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Organismos difunden carta en defensa del trabajo diario de Cosmetólogas y Esteticistas de Chile

Con un llamado a defender y difundir el trabajo de las cosmetólogas y esteticistas ante los distintos cambios que han surgido en el ejercicio de la profesión, las organización UNE A.G. (Unición Nacional de Esteticistas de Chile), Ancece A.G. (sociación Gremial Nacional de Centros de Enseñanza de Cosmetología y Estética) y Aitem A.G. enviado esta carta a los distintos canales de comunicación para asegurar su recepción.

En la carta uno de los puntos a tratar es la imposibilidad de utilizar aparatos de mayor tecnología, dejan obsoleto el trabajo de cabina que realizan las profesionales.

"Quitarle a una cosmetóloga y/o esteticista la posibilidad de utilizar aparatos e instrumentos tecnológicos para el ejercicio de nuestra profesión es como quitarle a un cirujano la posibilidad de utilizar un bisturí para el desarrollo de un procedimiento quirúrgico. Esa es la gravedad de lo que estamos hablando", es parte de lo que difunde esta carta.

Carta completa la puedes leer a continuación: 

Defiende tu trabajo antes que sea tarde, Difunde esta carta abierta

CARTA ABIERTA DE LAS COSMETOLOGAS Y ESTETICISTAS DE CHILE

1.- En Chile existen más de 10.000 centros de bellezas y cerca de 15.000 esteticistas y cosmetólogas (os) debidamente acreditados. Nuestro rubro tiene una tasa de crecimiento del 7% anual. Además generamos una gran cantidad de empleos de manera directa e indirecta, sobre todo para mujeres sostenedoras de hogar, lo que nos convierte en un gremio importante para la prosperidad y el crecimiento con equidad del país.
Sin embargo, a pesar de innumerables solicitudes para profesionalizar y modernizar aún más nuestra actividad, las demandas que hemos realizado no han sido debidamente canalizadas por el poder político. Muestra de lo anterior es que la legislación que nos rige actualmente data del 1975, hace 40 años, estando completamente desactualizada de las nuevas prácticas e instrumentos tecnológicos que hoy en día utilizamos.
2.- Esta obsolescencia ha impedido la modernización y el crecimiento de nuestra profesión, a pesar de la creciente demanda de nuestros servicios por parte de los chilenos y chilenas. Ante la observación de cualquiera los instrumentos y procedimientos dedicados al embellecimiento y estética de las personas en el siglo XXI han avanzado a un ritmo que no justifica mantener normas de hace 40 años. Por eso mismo no es de extrañarse que muchos y muchas de nuestras colegas tengan que funcionar al filo de la ley para prestar un servicio de calidad, asumiendo un riesgo que nuestro gremio considera injustificado e innecesario tanto para garantizar a las personas procedimientos que no afecten a su salud (que sean debidamente fiscalizados y regulados), como para las mismas profesionales que arriesgan su fuente laboral en el caso de ser fiscalizadas por la autoridad sanitaria.
3.- Un ejemplo de lo que mencionamos tiene relación con la interpretación que desde el año 2012 la autoridad ha dado al artículo 6 del decreto nº 244 , de 1975, del Ministerio de Salud, que establece la facultad de prohibir en los establecimientos destinados al embellecimiento y estética de las personas el empleo de aparatos o maquinas vibratorias que funcionan eléctricamente, así como aparatos para masajes, si considerare que son de utilización médica exclusiva o bien si estimare que su uso o manipulación entrañare algún peligro o riesgo para las personas que reciben la atención.
En esta nueva interpretación, la autoridad sanitaria sin mayor argumentación ha determinado la prohibición de aparatos que fueron fabricados y autorizados con fines cosméticos, quedando prohibido su uso y manipulación en centros de embellecimiento y estética así como su enseñanza en las entidades e institutos que forman cosmetólogas (os) y esteticistas. Esto nos parece una decisión arbitraria e injustificada que afecta gravemente nuestra profesión.
Quitarle a una cosmetóloga y/o esteticista la posibilidad de utilizar aparatos e instrumentos tecnológicos para el ejercicio de nuestra profesión es como quitarle a un cirujano la posibilidad de utilizar un bisturí para el desarrollo de un procedimiento quirúrgico. Esa es la gravedad de lo que estamos hablando.
En primer lugar porque nos referimos a aparatos fabricados específicamente con fines estéticos y para cosmetólogas y esteticistas; En segundo lugar porque nosotras (os) nos especializamos durante toda nuestra trayectoria en la manipulación de estos tipos de instrumentos. No hay nadie mejor para la manipulación de estos mismos; y, en tercer lugar porque no nos explicamos si nos prohíben utilizar estos aparatos se permita su venta para uso personal a cualquiera que no tiene los conocimientos específicos con los que contamos.
4.- La misma contraloría general de la Republica ante nuestro requerimiento señaló que ‘’ la facultad de prohibir el empleo de aparatos o maquinas que contempla el artículo 6 del citado decreto nº 244, de 1975, no puede disponerse con carácter genérico sino en forma específica respecto de equipos determinados en los cuales se detecten problemas o cuya naturaleza o complejidad haga necesario que sean operados con la participación de un médico. Así mismo, tales medidas, entendidas sus características y efectos, deben ordenarse a través de un acto administrativo debidamente fundado, en el cual se expresen con claridad las consideraciones y los antecedentes técnicos que las justifiquen, para permitir, además, que los afectados puedan hacer valer sus derechos a través de los recursos que la ley les franquea’’.
Tal pronunciamiento de la CGR no ha sido debidamente respetado por la autoridad sanitaria y, a pesar de las demandas de nuestro gremio siguen cerrándose centros de embellecimiento y estética a lo largo de nuestro país.
5.- queremos dejar en claro que no estamos pidiendo nada fuera de los mismos parámetros que aceptamos, queremos ajustar la actual normativa a los tiempos modernos tal como ocurre en el resto de los países del orbe.
Estamos conscientes que ciertos instrumentos y/o procedimientos que se ofrecen con fines estéticos, como por ejemplo la cavitación, deben contar con la supervisión de un médico para proteger la salud de las personas, pero en su mayoría existen muchos otros donde si estamos preparados para su utilización.
Por eso mismo pedimos a las autoridades de nuestro país que se regule la situación que mencionamos.
En el gobierno anterior, el ministerio de salud elaboro una propuesta de modificación al reglamento de establecimientos de estética, cosmetología, embellecimiento y otros de similar naturaleza, sin embargo este nunca vio la luz y la actual administración no le ha dado prioridad en sus políticas. Por el contrario en febrero del año 2016 se promulgo una modificación al código sanitario que afecta aún más el ejercicio de nuestra profesión.
Como federación gremial estamos muy preocupados porque de mantenerse la actual situación significara el termino del oficio de la cosmetología y estética, ya que se nos restringe en forma importantísima la modernización y el quehacer profesional lo que provocara que miles de personas y sus familias, sobre todo mujeres jefas de hogar, queden cesantes, por eso solicitamos nuevamente que se trabaje con urgencia en los puntos que hemos planteado.

Cosmetología 2014