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Descubre en Expoestética "La Belleza de la Terapia Floral"

Edith Andrade, Psicóloga, nos habla del bienestar integral, un concepto que rescata a través de su trabajo y cercanía con estética y las terapias florales.

 

"Belleza es -sin duda- un amplio concepto. Símbolo de arte, creatividad, versatilidad en muchos ámbitos de la vida, la naturaleza, las personas y no sólo para las mujeres, que nos gusta vernos lindas y que aprecien nuestra belleza.

 

 

La belleza es quizás un reflejo más profundo de nuestro bienestar, lo que en realidad refleja nuestro bienestar interno, y que los demás pueden apreciar. 

Pero Bien-Estar es un término complejo y, para poder mantener ese estado, muchos hemos debido transitar a través de la insatisfacción y dolores emocionales, que nos permitieron encausar nuestro desarrollo personal, alcanzando crecimiento y superación, permitiéndonos cambios que nos llevan a aceptar quiénes somos y disfrutar de mejor manera nuestra vida.

Algunas veces ese camino de búsqueda de superación es interno y otras son a través de nuestra apariencia externa. De una u otra manera, nos movemos hacia el camino de sentirnos bien.

 

Desde allí la estética cumple también su rol, y de la cual he ido aprendiendo mucho en este último tiempo, por lo que ahora trabajo desde el nuevo precepto de: vernos y sentirnos bien, y sin duda eso es maravilloso, es un bienestar integral.
Por ello si alguien alguna vez, quizás en los inicios de mi carrera profesional como psicóloga, me hubiese dicho que la estética y la Psicoterapia Floral, que hoy práctico, eran un camino de búsqueda de superación personal, yo habría dicho -probablemente- que él primero era superficial y que no hablábamos de lo mismo. Pero todos los días vamos aprendiendo y generando cambios para transformarnos en mejores personas y profesionales.

 

Hoy en un mundo más holístico, la vida me mostro gentilmente, que la búsqueda de bienestar no tienen un camino definido, ni definitivo, y que quizás los primeros en realizar el ejercicio terapéutico son personas que se dedican a embellecernos, hay muchas “almas terapeutas” en los peluqueros, las esteticista, las depiladoras, las masajistas, hasta la vendedora, son de algún modo un alma terapeuta que sin percibirnos nos vamos cruzando en el transitar por la vida.

 

Aunque -quizás- entre tanto ruido no escuchamos, pero, si estuviéramos más atentos, podríamos percibir que muchos de los que llegan a nuestros sillones y camillas son también almas que van en busca de ayuda. Requieren de quienes les ayuden a sentir bienestar, físico y emocional, más satisfacción consigo mismo.

 

Del mismo modo en que yo con un poco más de herramientas práctico en la consulta como psicóloga, la terapia floral me permite con más gentileza apoyar a quienes están en búsqueda de un mayor bienestar y aprendizaje personal.

 

El doctor Edward Bach, al investigar sobre como mejorar las enfermedades y sus síntomas con Terapia Floral, llegó a la causa raíz que: son nuestras emociones y definió la enfermedad como un desequilibrio emocional que se produce en el campo energético del ser vivo. Si este desequilibrio continúa por cierto tiempo sin tratamiento, se produce la enfermedad en el cuerpo físico.
Así, él concluye, que estar saludables o no, depende en gran parte de los patrones mentales y emocionales que las personas presentan, ya sea estados temporales como la pena y la rabia, o de la personalidad del sujeto, es decir, su carácter.

 

Cuando enfermamos nuestras emociones, enferman nuestro cuerpo. El Dr. Bach nos propone que la sanación es posible de lograr, a través de nuestro aprendizaje, lecciones de nuestras emociones y permitiendo con esto modificar nuestras actitudes mentales que muchas veces, logran -en el sentido más profundo de sanación-, la desaparición de la enfermedad .
Las flores actúan en tres etapas:
La primera es posibilitarnos que aflore a nuestra conciencia aquella emoción que esta haciéndonos ruido internamente.
La siguiente etapa, luego de iniciada la toma de la formula personal, la persona comienza a poner palabras en espacios de silencios, sobre situaciones, relaciones, cosas, que al estar escondidas, relegadas o ignoradas, le han ido enfermando.
Y la tercera, es cuando las esencias van mostrándoles y llevan a la persona a un proceso de cambio y transformación de sus actitudes, sus conductas y su visión de la vida y el mundo.

Como psicóloga he ido aprendiendo que a veces los procesos de aprendizaje son duros, pero si acompañamos ese tránsito con Terapia Floral, puede ser mas amistoso y menos doloroso, dado que se transforma en un estadio de aprendizaje de nosotros mismos y de cómo puedo generar los cambios para sentirme integralmente bien, como un concepto de unidad, y permitir así el desarrollo de nuestra belleza interna y que esta se refleje externamente.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Cosmetología 2014