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La seborrea es más común de lo que se piensa

Aunque no sea muy conocida, hoy en día la seborrea es una enfermedad de las glándulas sebáceas, que está mucho más cercana de lo que todos podrían pensar. Dichas glándulas producen una hipersecreción, engrasando, en exceso las zonas donde éstas habitan, pudiendo incluso acelerar la caída del cabello.

 

Las glándulas sebáceas están situadas en las dermis y contienen lípidos, entre las que se destaca el sebo. La función del sebo es lubricar, dar brillo y proteger la superficie de la piel. Nosotros tenemos en todo nuestro cuerpo estas glándulas, a excepción de las palmas, y pueden variar en tamaño y número, dependiendo del lugar en que se encuentren.

La diferencia entre seborrea, hiperseborrea y dermatitis serborreica radica en el tiempo en que aparezca nuevamente la grasa en la base del cabello y en las lesiones que puedan presentarse. En la primera, el sebo surge a los dos días de lavado el cabello y forma una capa de grasa aceitosa en el cuero cabelludo, en cambio en la segunda su aparición es inmediata. En la tercera, la secreción causa inflamación y otros problemas en la piel, como el enrojecimiento, picor y resequedad.

La causa de la seborrea es desconocida, pero existen varios factores que alientan su aparición, tales como hormonales (la testosterona), hongos (el llamado malassezia), estrés y nerviosismo, consumo de tabaco y alcohol, así como alimentos ricos en grasas o hidratos de carbono. También el calor, productos capilares inadecuados, mala higiene capilar y enfermedades neurológicas como el parkinson o epilepsia son antecedentes de la seborrea.
Para poder tratar esta enfermedad capilar, debemos realizar un buen diagnóstico para saber cuál de los tres tipos es. El objetivo es eliminar el exceso de grasa, lavando el cabello constantemente con shampoo desengrasado suave, el cual permite eliminar el exceso y no la totalidad de los lípidos.

Si el problema está acompañado de caspa, se debe utilizar productos con ketoconazol, ácido salicílico, sulfuro de selenio, piritiona de zinc, alquitrán de hulla u otras sustancias con propiedades antimicóticas. Pero si el problema viene acompañado de la caída de cabello, el tratamiento se debe hacer conjuntamente con la alopecia.

Cosmetología 2014